DIA 11
Tantos días huyendo sin descansar empiezan a hacer mella. No logro pensar con la cristalina claridad de antaño. Sin embargo. ¡Oh si! Me parece haber visto construcciones de gran complejidad en el horizonte. Hacia allá me dirijo. ¡Oh Mandy! ¡Te echo tanto de menos! Ojala algún día el hacedor tenga a bien volver a juntarnos en el cielo. Tu sonrisa, la delicada manera de apartar los mechones de cabello de tu frente, el brillo de tus ojos, la calidez de tus abrazos, tu nuez… ¡Te añoro tanto!
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