viernes, 20 de abril de 2012

El último salto de Jimmy



Y no de ‘Jimmy McNulty’ el putero, autodestructivo, mujeriego, bebedor habitual y dobermann sin correa; a la sazón detective de la magistral “The Wire”. No, aquí hablamos de (sic) Jimmy Jump. Autodenominado por él mismo como “El pértiga”… Pero no hablamos de sus ¿espontaneas? apariciones en Eurovisión, finales de tenis, futbol o Formula uno. Sino del Jimmy autentico. Lo que es y lo que será.



Situemos todo en el debido contexto. Two years ago. Final del mundial de futbol. España y Holanda esperando en el túnel de salida. Jimmy aprovecha un despiste de los miembros de seguridad. De espaldas a la grada. Mirando la inminente salida de los jugadores. Jimmy, haciendo honor a su sobrenombre, salta al prado. Sus pies apenas rozan el césped mientras corre veloz hacia la tarima en que se encontraba la copa del mundo. Los músculos protestando por la brutal exhibición de explosividad, las pupilas dilatadas al máximo en busca de depredadores en forma de agentes de seguridad, las neuronas…bueno, tampoco puede exigirlas demasiado. Lo justo para no defecarse encima cuando tose. No es poco.


La copa ya casi al alcance de la mano. La copa de los elegidos. De los más grandes. La más preciada. Extiende las manos para tocarla. Va a ser uno de los elegidos. Entonces ocurre. Una mano al cuello con el pulgar presionando la carótida. Esa mano fue lo único que se interpuso entre su sueño.




Pero algo había logrado. La notoriedad. Los focos sobre él en los preliminares de la prestigiosa competición. La admiración de miles de adolescentes ávidas de un nuevo ídolo.

Mientras en la grada, el presente se congela y comienzan a pasar, frente a los sorprendidos ojos de Billy Pilgrim, una sucesión de acontecimientos que no recuerda haber vivido. “Respecto a los cargos de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro se declara al acusado ‘No inocente’” escucha de una bruma que parece haberse formado frente a él. Sin tiempo para pensar en lo que estaba sucediendo una luz aparece nuevamente frente a sus ojos.

Cárcel sevillana. Unos años antes de la final de la copa del mundo de futbol. Billy se sorprende al encontrarse frente a dos presos en la zona de duchas. Un miembro de etnia gitana deja que el agua caiga con furia sobre su negra melena. Una pastilla de jabón rebota caprichosamente hasta caer a sus pies. – Farruquito ¿Me recoges la pastilla de jabón? – Solo si usas esto- dice el perteneciente a la etnia gitana después de mirar alternativamente a la pastilla y al vigoréxico que le observa con una sonrisa burlona en los labios. Le alarga un profiláctico que el amante de gimnasio observa extrañado. – Con estrías retardantés- lee con dificultades antes de dibujar una cínica mueca en su cara - Farruco, tú no has venido a cumplir condena ¿Verdad?


Billy nota como la realidad se retuerce nuevamente ante él. No tarda en poder abrir los ojos. No ha ido demasiado lejos. Centro Cívico Penitenciario “Sevilla Calidad de” lee encima de unas rejas. Un reportero al lado suyo adopta pose ante la cámara. Enumera las pertenencias que el tal Farruco decide llevar para su estancia.-…Dos cajas de preservativos y una toalla del Pato Donald…- Cuando se corta la conexión decide comentarle a su cámara. – ¡Joder, preservativos! ¡Debe ser el tipo más optimista del mundo!

Nuevo fogonazo. Muy largo. Cuando abre los ojos observa el cuerpo de sus compañeros caí
dos. De vuelta al bombardeo de Dresde. De vuelta al Matadero Cinco. Su visita al futuro ha debido tener alguna finalidad. Tal vez no le correspondían a él esos saltos en el tiempo. “Pertenecían a otra persona” medita mientras el olor a carne humana quemada inunda sus sentidos.


El teletipo de la Agencia EFE fue recogido con rapidez por el becario del periódico deportivo y llevado con la misma celeridad al jefe de sección. En él se podía leer: “Jimmy Jump” deberá comparecer ante el tribunal por los cargos de invasión e intento de robo de la Copa del Mundo.

Dos semanas más tarde Jimmy espera a que se abran las celdas del modulo cinco de la cárcel sudafricana de Soweto. Se abren todas al unísono con un chasquido metálico y sale en dirección a los aseos de la cárcel. En su cabeza reflexiones en las que se compadece de las consecuencias de su último salto. Sus previstos saltos espontáneos en Turquia, El Salvador, Colombia y ante el próximo discurso público de Chavez tendrán que ser realizados con menor preparación. “Si hubiese sabido que iba a ocurrir…” se lamenta Jimmy mientras intenta averiguar cómo regular la temperatura de la ducha. Una pastilla de jabón rebota sobre el suelo hasta caer delante de él.

Cinco minutos más tarde Jimmy comprueba que hay otro preso al que también apodan “El pértiga”.

Diez minutos más tarde comprueba lo que jode que un espontaneo aproveche que otros estén de espaldas.

2 comentarios:

  1. Jajaja. Comprueba xq lo apodan el pértiga. Muy bueno. Tas loco.

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  2. Yo no lo habría expresado mejor amigo.
    Saludos.

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