Una mujer se encuentra a su ex amante emparedado en una habitación oscura de su nueva vivienda. Le pide cuerpos y sangre para poder rehacerse. Ese no es el único problema. Es el hermano de su marido. Es Frank. Y a Frank no se le dice que no.
Detrás de este punto de partida nos encontramos con una de las mejores creaciones de Clive Barker como escritor. Él mismo se encargo de llevar la novela al cine cosechando grandes resultados económicos y dando comienzo a una de las grandes sagas de películas de terror (por lo menos en cantidad). En 2011 salió directamente para DVD Hellraiser Revelations (no, no está disponible en VHS abuelo) la novena de la dinastía.
Volviendo al libro nos encontramos con nuestro amigo Frank. El compañero buscaba emociones y experiencias fuera de la común. Incluso haberse acostado con la futura mujer de su hermano era poco (no nos engañemos, nuestro amigo siempre ha sido de moralidad relajada), emparejar los calcetines ya no le llevaba a los éxtasis míticos de antaño. Quería caña. Y tenía la caja de Lemarchand para ello. Quien resolviese sus acertijos entraría en el templo del placer.
Y él lo hizo. Y sin probar con la típica palanca al más puro estilo Gordon Freeman. Ni con el siempre purificador fuego. Frank lo hizo a huevo. Pensando. Algo que nunca se nos ocurriría. He ahí cuando aparecieron los cenobitas. Unos personajes que llevaban la moda del piercing tal vez demasiado lejos. Y le dieron todo el placer que el bueno de Frank quería…más o menos… Los cenobitas, aparte de un claro problema de inserción social, tenían un concepto de placer bastante extraño.
Cita al canto:
“Intentó abrir los ojos […] Lágrimas, pus o aguja e hilo los habían sellado”
Después de haberle dejado el cuerpo como Zapatero a España es el momento en que ha de alimentarse de otros para adecentar el suyo. Volver al primer párrafo para saber quien se encargara de satisfacer sus peticiones y ejercitar la memoria si tal cosa os ha sido necesaria.
Tanto el libro como la película fueron bastante polémicas en su época por el cariz un tanto “sado” que toma el asunto. La ex amante-mujer-arpía es uno de los mejores reclamos del libro por la complejidad del personaje.
Así que, compañeros, si estáis pensando en el regalo ideal para vuestras suegras ahora que se acercan esas fechas tan especiales ya sabéis. Nada de bonos para el spa. Caja de Lemarchand al canto.
Y ya me contareis que concepto de relajación tienen los cenobitas.
¡La madre, qué libro! Ya me ponía de los nervios pensar solo en ver la película, pero el libro no parece irle a la zaga...
ResponderEliminarEstá claro que tenemos gustos diferentes, ¡y miedo me dás si pretendes regalarle este libro a tu suegra! :p
¿Quien soy yo para juzgar si a alguien este tipo de conceptos le parecen relajantes?
ResponderEliminarEn cuanto a la película entretenida. Serie-B pura. El aspecto del cenobita o te resulta desagradable o te provoca la risa al pensar que el tipo se parece al peor carpintero del mundo.
Saludos y gracias por los comentarios Kasumi.
A mi me impacto mucho la pelicula, incluso con pesadillas con los cenobitas. Y la pena es no haber seguido tu consejo hace años y regalarle el libro a mi suegra, jajaja.
ResponderEliminarMuy buen artículo. La película me encanto, me encanta lo macabro y oscuro...Saludos.
ResponderEliminarIntente regalarle la caja a mi suegra fingiendo que eran vales por un spa. Desde entonces no me habla, es decir la relación continuo siendo igual para mi asombro.
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