domingo, 29 de diciembre de 2013

Congelado

Amigos míos,
vuestro sermón
resulta insuficiente
para quien no os quiere escuchar.

Gobernantes pretenden
mundos seguros.
Sus riquezas
y su ignorancia
alimentan su razón.

Blandas capas de conformismo
en mundos
artificiales e injustos.

No hay  JUSTICIA.
No hay PAZ.

Pensando:
La vida es un instante
en el que puede ocurrir de todo.

Simplemente intento
estar muerto
para cuando llegue la muerte.

Solo respirar,
joder
y pretender que se esta
en un mundo agradable.

Confirmando que la existencia es
triste como un buen tango.
Dulce y amarga sinfonía
en mis oídos.

El reloj avanza lento y brutal
con la sensación de poseer
el secreto mismo de la vida.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Mas agradecimientos

Otro sitio que ha subido la información de "Garaje 451" (Garaje para los amigos) y una nueva excusa, por tanto, para hablar del libro.
http://www.tercerafundacion.net/biblioteca/ver/ficha/24962
Para los que no los conozcan son un catálogo online de libros del género de ciencia ficción, terror y fantasía sucesores de la antigua Biblioteca de cYbErDaRk.

Saludos.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Autopromocion

Otras dos sabias opiniones en Amazon y por fin disponible en  "El Corte Ingles" y en
 "La casa del libro"

 Lo siento pero hacia tiempo que no aprovechaba para hacer autopromoción de "Garaje 451".


El regalo perfecto para estas navidades.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Creer

Serpenteante e infinita como un látigo de fuego,
plena en sudor y rumores de sombras rotas.
Nada escapa a su control.
La ciudad vive en ocaso perpetuo.
La noche como refugio
de los que nunca se atreven a soñar.
Barcos que buscan ser mirados
para hundirse.
Colmenas y lenguas de asfalto en las calles,
en ellas todo es posible,
sólo la supervivencia se te niega
¿Cómo no consumirse si estas ardiendo?
Murmullos de figuras errantes,
las armas son su segunda piel.
Temblores.
Aprendiendo como un hombre pierde su alma.
Lenguas de asfalto lamen las calles.
Perdido en un cubo por definir.
¿Conque juego nos sorprenderá?
Por años y años olvidaste
que la sangre corre por profundos surcos.
No llames al hombre de dios,
el también perdió la fe
Solo el monje ciego escucha los colores
de la nieve roja corriendo calle abajo,
la sangre esta fría pero por ella quemare mi corazón.
Sin piernas para continuar,
sin aire para correr,
demasiado enfermo para crecer,
quiero que me veas arder.
Buscar al hombre de dios,
rezar para que crea un día mas,
sumar uno con su dolor.
Con el vecino cantar el final.
Dobla el cuello para rezar.
Enfermo para creer.
El filo acaricia la carne,
en su aislamiento se hunde.
Solo para ser observado.
La raya vertical a través de su cara
se retrasa al caer,
solo un poco de carne del hueso.
Sin excepciones.

Solo quiero que me veas arder.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Vértigo

Quise tocar las ardientes alas de lo que me pertenece,
tañer el saxo
y pensar en el fin
para volver a sentirme vivo.

Quise escapar al mundo,
tener una dulce muerte
antes que una triste vida.

¿Quién engañará por mí a la mente universal?
¿Quién tocara nota a nota
el dulce sinsabor de la existencia?

Olvidaran que de cuna a tumba
hay del día a la noche
y que en el límite
no hay luces, sombras, vida y muerte.

Girando como una veleta
inventó y olvidó realidades.
Silencioso como un cementerio
borró olvidos y sueños.

No pidas cuentas

a quien vive en el abismo. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Para variar "Garaje 451"

Gracias a los amigos de ficción-científica por la reseña de "Garaje 451".
http://www.ficcioncientifica.com/posts/viewpost/5821

viernes, 6 de diciembre de 2013

La ceremonia de las bestias


En el espejo mirando
vi que estaba
matando al hombre equivocado.

Carne y hueso
riendo con histeria.
Paralizado bajo la hiedra.

Busco días de inocencia,
pero solo encuentro cuentos de hadas rotos.
Observadores de la tumba
deseando que me hunda.

Por los días rezas a Dios.
Por las noches
bailas con el diablo.

Ruegos a oscuras,
susurros cansados.
La vida de color
naranja rizado.

Veterano
 de una guerra a olvidar,
mueres cada vez
que piensas parar.
Aplastado
bajo su propia basura
en un hogar a oscuras.
La máscara levantando
para ir a su tumba andando.
La vida como fianza.
Sobre el fuego negro
se abalanza.

Millones nacen.
Millones mueren.
El resto
chillan y se revuelven.

Dame un futuro
y borra un presente.
La verdad nunca es suficiente.

Conseguiste fingir
que habías logrado
vivir.
Un sepulcro
sin salida.
Una larga
 caída
En el
rio rojo
aprendiste a sobrevivir.
Nadie te dijo
Como salir.
¿Sola prefieres morir
o sola quieres vivir?

El hogar es donde vas
cuando no queda donde ir.

Hombres y bestias
hablando el mismo idioma.

El monje llego a la ciudad
treinta monedas en su maleta,
rostro color vejez
y una corona que creíste ver.

Ansiabas creer
que a algún sitio
debías permanecer.
No querías
 fallecer antes de nacer.

Da la noche
por terminada
en la ciudad
sepultada.
Su sombre en el agua
danzaba.
Ante él
las estrellas
se arrodillaban,
un incendio
en su cabeza
empezaba.
La ceremonia aplazada,
los salvajes
por el panteón
se deslizaban.

No es
en el desembarco
de un playa
ni viendo
las cenizas
desde una atalaya.
La verdadera guerra
es en el alma.
La verdadera victoria,
un nuevo mundo
exige
un sacrificio profundo.

Algodón de azúcar,
limonada,
luces de neón apagadas.
Reina del baile,
a su paso
la nieve
arde.
Dejando como huella
el aroma de ella.
Sonrisa envenenada,
sal buscando herida.
Baila
antes de que
se apague la llama.

Beber y matar
para intentar soñar.
Una verdad
sin nombrar.
Solo conocía
el sonido del tambor
de su pistola
al girar.
Sabe
que va a caer.
Solo busca
un lugar
en que perecer.

La vida como fianza.
Muerto,
pero aun caminando.

Sombríos sucesos
a la sombra de sauces suceden,
la serpiente sedujo
al sacerdote
y en sus servicios
se suicidaron
sus seguidores.

El sabio te dijo
cuando le fuiste a acoger:
En sueños
tus manos no puedes ver.

Sepulcro abandonado,
sueño olvidado.
Las estrellas
están gritando.

Espero que disfrutases
de ese
último amanecer.

Hay caminos que se cruzan
Y filos de acero
en el brazo.
Hay promesas incumplidas.
Hay un sepulcro
junto al mar
donde los ojos
aprenden a llorar.
Hay nubes que sangran
y rojo sobre la nieve.
Hay huesos de enfermera
y una vida equivocada.

El anciano de cuencas vacías
despertó en la cueva.
Polvo grueso y pesado
como decoración
y en su boca
una premonición.
Las polillas
también
buscan la luz.
A tus ojos cerrados
tampoco les gusta
lo que ven
¿Qué está haciendo
para contentar
a los leones sin nombre?

De un mordisco
arranca la cabeza al conejo.
El hombre de las sombras
rota y baila,
se rompe y danza.

La llave de la madriguera
descansa sobre la escalera.
¿Se esconde la belleza
entre el dolor
y la oscuridad?

Veterano de una guerra
a olvidar.
Enamorado
del sonido de su pistola
al girar.
Teñido de color odio.
Paseando bajo las estrellas
 con miedo
a que se caigan.

Cambia la piel.
Deseando no ser.
Nada ni nadie.
En el bolsillo
billete de ida
a la nada.

Nadie habla su lenguaje.

Deseando ver crecer
las flores desde abajo.

Hasta que las rocas sangren.

Esta perdido,
entre las ruinas
duerme
su único amigo.
Celda de carne,
catacumbas.
Sentado sobre el abismo
lanza proclamas
 a oscuras.

Un tigre sobre las llamas
pasa junto a la ventana.

En lo más profundo
del bosque
espera
el poblado.
Su cerradura:
cuerpos amontonados.
El aliento
de un loco
sudando fuego
te espera.
Un árbol
sale
de su garganta.
Recordando
lo que dijo
el reloj de arena.
Ancha
 y
profunda
es su
prisión.
Cuchillas como disfraz.
Sellado en piedra.
El hombre del bosque
tiene el rostro de Dios
cocinado
en su propia
sangre.
Cerrará tus ojos.

Un guardián negro
 pasea
en mitad de la noche.
Hermoso como un templo en llamas.

Mientras...
Tu buscas respuestas
pero
no tienes preguntas.
Firmaste un contrato
con el mañana.
Aprendiendo
a hacer bien
el mal.
Soñando,
pero con los ojos abiertos.
Bajando,
las lágrimas por tu pecho.
Dando vueltas
el carrusel
por tu cabeza.
Y si los bebes
de la caverna
están muertos
y el carrusel esta rojo
iremos a la santa sede.
Hacia el este,
a matar al padre.

Viendo el amanecer
desde el fondo del mar.

Te fuiste
a un lugar mejor
y me dejaste
en un sitio peor.
Sin una guía
que me vuelva
a aceptar.
Tengo miedo,
porque no se
que temer.

El latido sobre la roca.
Los motivos que
no alcanzas a entender.
por los que
tu preferirías volar
y yo prefiero caer.
No hay refugio al que volver.

Risas perdidas
entre las sombras.
Tengo miedo
porque no se
que temer.
En los entierros
no lloran los muertos.

Ningún sitio
en el que
 estar seguro.

La ciudad no cambia.
Misma gente,
diferentes rostros.
Las blancas piedras
saliendo
a pasear en la noche.
En sus
rojas capas
van prendidos sus sueños,
donde se esconden
las cenizas
y las esperanzas mueren.
Mi inseparable amiga
es una cuchilla.
Afiladas lenguas
laceran mi piel.
No queda lugar
en que desaparecer
Un refugio
del que no volver.

Luchado sus guerras
con mi sangre.
Las venas
comienzan a crepitar.

Ningún sitio me puede cobijar.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Agradecimientos

Agradecimientos que el editor olvido incluir al final de "Garaje 451" (La novela):

A mi hermana Elena por sus amplios conocimientos de la mente humana, hecho que me permitió crear el personaje de Frank.
A mi hermano Ramón por instruirme durante meses en el manejo de una bicicleta de montaña.
A mi madre por estar siempre ahí.
A mi padre por los conocimientos médicos aportados sin los que habría sido imposible este escrito.
A Marta por ser Marta.

Saludos camaradas.
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