sábado, 16 de noviembre de 2013

13




-          Hay dos aspectos jodidamente preocupantes en esto: Que tú tengas razón y que no sepamos de qué cabo tirar. Evan Davis, Montescca, tu informante, dos asesinos nuevos en la ciudad, Warner, Johnston y Hudson…Estamos demasiado desbordados como para investigar todo.

            McCormick notó la locura dominando su cabeza, respirar se convirtió en un acto voluntario. Sintió que si no se concentraba en su propia respiración se ahogaría de forma inevitable, el corazón se sacudió con violencia en su interior. Estaba perdiendo el control. No era capaz de reconocer ni sus pensamientos, en aquellos momentos pertenecían a alguien ajeno a él.

-          Tal vez…- comenzó a decir interrumpido por un acceso de tos- Tal vez debamos seguir una línea paralela- dijo con la intención de saber si era él mismo quien pronunciaba esas palabras.

            El propio tono de su voz le resulto insoportable. Miró a Meiyar y se dio cuenta que parecía ignorar lo ocurrido en lo que a él le estaba pareciendo un enorme lapso de tiempo.

-          ¿A qué te refieres?- preguntó acrecentando la confusión de McCormick que había perdido el hilo de sus propias palabras.
-          Luego te lo explico- dijo levantándose bruscamente y dirigiéndose hacia la puerta.

            Atravesó el centro de operaciones con la sensación de tener la mirada de todos los agentes clavada en su nuca. Los sonidos de la actividad del centro los percibió aumentados en su oído hasta sentir dolor. Llamó al ascensor pero al ver que estaba bajando desde el sexto piso subió por las escaleras intentando tranquilizarse. Llegó al pasillo del cuarto piso y se encontró a la doctora hablando con otro agente. Entre la bruma de luces que tenía en la mirada le pareció que Holly le miraba por encima del hombro de su compañero.

            Entró en su despacho y se sentó posando la cabeza sobre la mesa.

-          ¿Cómo te encuentras Jeff?
-          Me haces esa pregunta demasiado a menudo doctora.

            McCormick levantó la cabeza y la observó sentada sobre la mesa con solo una pierna apoyada en el suelo. Hizo un esfuerzo por no mirar el muslo que asomaba por un lado de la falda.

-          Volver a decirte que me llames Holly… ¿será también excesivo?- dijo con una sonrisa franca iluminándola el rostro.
           
            McCormick le devolvió la sonrisa y se excuso con un gesto de la mano.

-          Antes me dijiste que no informaste a Parker, pero no qué le tuviste que contar.
-          Primero informe sobre Tony Ross, pero no parecía interesado en darle de baja. Sobre ti solo dije que eras el agente mas apto psicológicamente de todos los que había visto, que parecías dispuesto a empujarte hasta el límite para hacer tu trabajo.
-          Seguro que no era eso lo que quería escuchar.
-          Quizás tampoco es lo que tú querías escuchar.

            McCormick se echó hacia atrás en su asiento contemplando la inteligencia y humanidad que manaban de los ojos de Holly. Ésta le sostuvo la mirada hasta que, sonrojada, fijó la vista en la foto de una niña sonriente.

-          ¿Es tu hija?- pregunto acercándole el marco.
-          No, del anterior inquilino del despacho. Un recordatorio de lo que hay en juego en este trabajo.

            La doctora no pregunto porque tenía él esa fotografía. Lo supuso. Su nuevo despacho estaría a dos metros bajo tierra.

-          ¿Por qué estas ocupando este puesto Holly?
-          Creí que eso había quedado claro- respondió confundida.
-          ¿Qué hace un agente de campo de niñera?- preguntó siendo consciente una vez mas de su falta de tacto.
-          ¿Y que te hace suponer que soy una agente?- respondió inclinándose un poco hacia él.
-          Conozco la forma de pensar de los de arriba, temen tanto las filtraciones como perder el sillón. No les gustaría tener a alguien ajeno al cuerpo enterándose de todo.
-          ¿Me has investigado?- pregunto apoyando la cabeza sobre las manos y levantando una ceja divertida.
-          Todavía no- respondió echándose a su vez hacia delante en la silla.

            Por el rabillo del ojo observo una comunicación entrante en el ordenador proveniente de un servidor DP. Holly se dio cuenta del cambio de expresión en su cara.


-          ¿Qué ocurre Jeff?

1 comentario:

  1. Magnífica narrativa la tuya. Te he localizado a través de Google y pienso seguir el desenlace. de tu novela.
    Saludos cordiales.

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