-
¿Qué relación tenían?
-
Compartíamos una misma ideología. Que no se debería
utilizar el historial genético como elemento único para valorar las aptitudes…e
incluso previsión de actitudes de las personas.
McCormick tuvo
la sensación de estar leyendo las palabras en sus labios en vez de escucharlas.
-
Creo que el congresista llevaba mas allá esa
ideología de la privacidad del historial genético- replicó- Sabrá que fue
juzgado por asociación terrorista.
Tanya cruzo la
pierna derecha sobre la izquierda dejando que se balancease el pie al compás de
sus palabras.
-
No veo ninguna ideología en matar. Esos son métodos
para alcanzar algo. Matar nunca será ni formará parte de una ideología- recalcó-
Yo únicamente pienso que intentar mejorar a las personas en aspectos
cuantitativos…altura, medidas…incluso color de ojos, nos reduce a ser meros
conejillos de indias- prosiguió chasqueando los labios en un guiño- Lo que no
mejoran en las personas es su comprensión, altruismo o capacidad de amar.
Se inclinó
hacia delante para apagar su segundo cigarrillo en el cenicero. McCormick tuvo
la impresión de que su perfume, mezclado con la suave voz con que hablaba, le envolvía
transmitiéndole una agradable calma.
-
¿No me va a preguntar si Evan tenia enemigos?- inquirió
dibujando una mueca picara en su boca.
McCormick sonrió
con ironía.
-
Era congresista.
Tanya sonrió de
manera franca. Una de esas sonrisas capaces de iluminar una habitación en penumbras.
-
¿Sabe una cosa agente? Es curioso que escogiese un
trabajo que implica proteger a los demás- dijo levantando una ceja. “Parece que
esto le divierta” pensó McCormick- ¿No siente nunca la necesidad de ser
protegido?
El móvil de
McCormick comenzó a vibrar inquieto en su bolsillo. La miró con calma a través
de la fina capa de humo que manaba del cenicero. Parecía cansada, no pudo
evitar preguntarse el porqué. Se puso en pie con Tanya mirando con interés el
bulto del móvil vibrando en el bolsillo del pantalón. Le alargó una tarjeta.
-
Si tiene algo más que decirme, llame aquí.
Abrió la puerta
sintiendo que Tanya le estudiaba y se metió en el coche. Miró por el retrovisor
y la vio apoyada en el marco de la puerta con la mirada perdida en el mar. Tal
vez en sus recuerdos. Tal vez en la falta de futuro. Apretó el botón verde que
había en la parte superior de su móvil y esperó a escuchar la voz de Meiyar.
-
Tengo noticias para ti.
-
Comienza.
-
La bala que atravesó la cabeza a nuestro amigo, el
congresista, era una semiblindada con cortes en la punta.
-
Desfragmentada.
-
Así es, la envuelta se rompió y los fragmentos se
abrieron en forma de paraguas. Ninguna armería vende balas para dejar esquirlas
a costa de perder poder de penetración. Evidentemente el análisis ha desvelado
que no había restos de pólvora en manos de Evan Davis.
-
Bien, hay que buscar que más personas han sido
heridas o ejecutadas por ese tipo de bala. Fabricación casera, es la firma de
un asesino. Quiero que se intensifiquen los marcajes sobre cualquier persona
relacionada con la Yiser.
-
Casi no tenemos personal, la mayoría de nuestros
efectivos acaban de salir de la academia.
-
Pues tendrán que aprender rápido.
-
También tengo un hilo del que tirar.
-
Tú dirás.
-
George McKie, uno de los ejecutores favoritos de Jiry
Werffee. Dicen que los encargos se los hace directamente el mismísimo jefe de
la Yiser. Hace dos días fue visto en Memphis en un garito llamado Bar-B-Q ¿Te
suena?
-
Aunque te sorprenda, no conozco todos los bares de
Estados Unidos.
-
Bueno, digamos que nuestro amigo McKie no solo
pertenece a la banda sino, y esto algo que confieso me ha impactado, a la ACE.
-
¿La ACE?
-
Si, Americanos por la Clonación de Elvis.
-
Espero que recibiesen mi carta de disculpa por no
acudir a la reunión de este año.
-
Bueno, pues según la Agencia de Tennessee parece ser
que estaban trabajando en un nuevo manifiesto. Esa es la función de la
asociación. Cada año que no se cumplen sus peticiones hacen una ruidosa
manifestación repartiendo panfletos en procesión hasta Graceland. McKie es, visto
lo visto, el miembro de la Yiser mas fácil de seguir. El manifiesto que me
mandaron los federales dice así…
-
Un momento, ¿Piensas leerme eso?
-
Claro, así sabes que decidieron en vuestra última
reunión:
“Bacteria, oveja, mono,
todos clonados.
Imploramos a todos los
relacionados con la clonación que oigan nuestra petición
Una célula permitiría a las
futuras generaciones ser testigos de su presencia.
La tecnología esta aquí…”
-
Yo no lo habría redactado mejor. Supongo que al ser
un mercenario no tendrán en cuenta sus loas a la eugenética.
-
Lo importante de todo esto es que dos hombres sin
identificar llegaron al garito y se fueron con McKie. Al día siguiente tres
hombres con identidades falsas llegaron aquí, parece que McKie logro entrar
bajo el nombre de John Burrows.
-
¿Qué dice Aduanas?
-
Le dieron el pase, la información no ha venido de
ellos.
-
¿Entonces de quien?- pregunto suspicaz.
-
Una fuente anónima.
McCormick
arrancó el coche. La noche lo envolvió todo en un manto oscuro. Meiyar esperaba
respuesta.
-
Nos vemos en la central.
Respiró
profundamente con la sensación de que era cáncer, y no aire, lo que entraba en sus pulmones.
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