miércoles, 6 de noviembre de 2013

8


-          ¿Qué relación tenían?
-          Compartíamos una misma ideología. Que no se debería utilizar el historial genético como elemento único para valorar las aptitudes…e incluso previsión de actitudes de las personas.

McCormick tuvo la sensación de estar leyendo las palabras en sus labios en vez de escucharlas.

-          Creo que el congresista llevaba mas allá esa ideología de la privacidad del historial genético- replicó- Sabrá que fue juzgado por asociación terrorista.

Tanya cruzo la pierna derecha sobre la izquierda dejando que se balancease el pie al compás de sus palabras.

-          No veo ninguna ideología en matar. Esos son métodos para alcanzar algo. Matar nunca será ni formará parte de una ideología- recalcó- Yo únicamente pienso que intentar mejorar a las personas en aspectos cuantitativos…altura, medidas…incluso color de ojos, nos reduce a ser meros conejillos de indias- prosiguió chasqueando los labios en un guiño- Lo que no mejoran en las personas es su comprensión, altruismo o capacidad de amar.

Se inclinó hacia delante para apagar su segundo cigarrillo en el cenicero. McCormick tuvo la impresión de que su perfume, mezclado con la suave voz con que hablaba, le envolvía transmitiéndole una agradable calma.

-          ¿No me va a preguntar si Evan tenia enemigos?- inquirió dibujando una mueca picara en su boca.

McCormick sonrió con ironía.

-          Era congresista.

Tanya sonrió de manera franca. Una de esas sonrisas capaces de iluminar una habitación en penumbras.

-          ¿Sabe una cosa agente? Es curioso que escogiese un trabajo que implica proteger a los demás- dijo levantando una ceja. “Parece que esto le divierta” pensó McCormick- ¿No siente nunca la necesidad de ser protegido?

El móvil de McCormick comenzó a vibrar inquieto en su bolsillo. La miró con calma a través de la fina capa de humo que manaba del cenicero. Parecía cansada, no pudo evitar preguntarse el porqué. Se puso en pie con Tanya mirando con interés el bulto del móvil vibrando en el bolsillo del pantalón. Le alargó una tarjeta.

-          Si tiene algo más que decirme, llame aquí.

Abrió la puerta sintiendo que Tanya le estudiaba y se metió en el coche. Miró por el retrovisor y la vio apoyada en el marco de la puerta con la mirada perdida en el mar. Tal vez en sus recuerdos. Tal vez en la falta de futuro. Apretó el botón verde que había en la parte superior de su móvil y esperó a escuchar la voz de Meiyar.

-          Tengo noticias para ti.
-          Comienza.
-          La bala que atravesó la cabeza a nuestro amigo, el congresista, era una semiblindada con cortes en la punta.
-          Desfragmentada.
-          Así es, la envuelta se rompió y los fragmentos se abrieron en forma de paraguas. Ninguna armería vende balas para dejar esquirlas a costa de perder poder de penetración. Evidentemente el análisis ha desvelado que no había restos de pólvora en manos de Evan Davis.
-          Bien, hay que buscar que más personas han sido heridas o ejecutadas por ese tipo de bala. Fabricación casera, es la firma de un asesino. Quiero que se intensifiquen los marcajes sobre cualquier persona relacionada con la Yiser.
-          Casi no tenemos personal, la mayoría de nuestros efectivos acaban de salir de la academia.
-          Pues tendrán que aprender rápido.
-          También tengo un hilo del que tirar.
-          Tú dirás.
-          George McKie, uno de los ejecutores favoritos de Jiry Werffee. Dicen que los encargos se los hace directamente el mismísimo jefe de la Yiser. Hace dos días fue visto en Memphis en un garito llamado Bar-B-Q ¿Te suena?
-          Aunque te sorprenda, no conozco todos los bares de Estados Unidos.
-          Bueno, digamos que nuestro amigo McKie no solo pertenece a la banda sino, y esto algo que confieso me ha impactado, a la ACE.
-          ¿La ACE?
-          Si, Americanos por la Clonación de Elvis.
-          Espero que recibiesen mi carta de disculpa por no acudir a la reunión de este año.
-          Bueno, pues según la Agencia de Tennessee parece ser que estaban trabajando en un nuevo manifiesto. Esa es la función de la asociación. Cada año que no se cumplen sus peticiones hacen una ruidosa manifestación repartiendo panfletos en procesión hasta Graceland. McKie es, visto lo visto, el miembro de la Yiser mas fácil de seguir. El manifiesto que me mandaron los federales dice así…
-          Un momento, ¿Piensas leerme eso?
-          Claro, así sabes que decidieron en vuestra última reunión:

“Bacteria, oveja, mono, todos clonados.
Imploramos a todos los relacionados con la clonación que oigan nuestra petición
Una célula permitiría a las futuras generaciones ser testigos de su presencia.
La tecnología esta aquí…”

-          Yo no lo habría redactado mejor. Supongo que al ser un mercenario no tendrán en cuenta sus loas a la eugenética.
-          Lo importante de todo esto es que dos hombres sin identificar llegaron al garito y se fueron con McKie. Al día siguiente tres hombres con identidades falsas llegaron aquí, parece que McKie logro entrar bajo el nombre de John Burrows.
-          ¿Qué dice Aduanas?
-          Le dieron el pase, la información no ha venido de ellos.
-          ¿Entonces de quien?- pregunto suspicaz.
-          Una fuente anónima.

McCormick arrancó el coche. La noche lo envolvió todo en un manto oscuro. Meiyar esperaba respuesta.

-          Nos vemos en la central.


Respiró profundamente con la sensación de que era cáncer, y no aire,  lo que entraba en sus pulmones.

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