Fumando diamantes,
en el sitio
en que
se encuentran los
amantes.
Viviendo bajo los
valles
con miedo a la voz de
las calles.
Dejar que el niño duerma,
lograr lo que ella
quiera.
Blandas pisadas
sobre la arena.
Abandonando lo humano
no queda lo divino.
El niño de la villa
evita la negra
orilla.
En el
chillido que sigue al
herido
descubres estar
consumido.
Conoce la enfermedad,
gánate su amistad.
Bebiendo y fumando
para intentar soñar.
Una verdad sin
nombrar,
matarse no es
disfraz.
Subir solo sirve
para caer desde mayor
altura,
hacer mas ancha la
sepultura.
Sueños sostenidos en
tu cabello.
¿Reconocerías mi
sangre si lloviese del cielo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario