I
Año a año
pasan por encima de
él
como sombras sin
espíritu de cambio,
apagando fugaces
fuegos.
Enfermizas tormentas
a su alrededor
forman torbellinos.
Se vende por dos
piezas de oro,
en sus sueños más
pesados
imaginaria que fuese
así.
La noche le hace
desconfiado.
II
Incesantes latidos
mientras con su yunque
forja un nuevo día.
Los anillos de vida
le llevan horas, días, años y siglos
que en segundos la
eterna mente hace girar.
III
Gritos de hielo que
juntos forman icebergs.
Sufriendo los
desgarros de la suerte.
Derramando sudor de
sangre en las brasas.
Encadenando
pensamientos de insufrible dolor.
Volviendo a ver sus
manos atadas,
suspirando en
eternidades no deseadas.
Viajando de este a
oeste.
IV
Todavía salvaje
en su turbulenta
vida.
Sus pensamientos no
tienen cabida en este mundo.
V
Vacía en sueños
como una escalera que
escape del mundo.
El eje de la tierra
se retuerce
hasta lo más profundo
de su abismo.
VI
Paralizado por los
miedos,
su cerebro dispara
corazones.
Él, seguro, pasa por
encima del viento.
Sus pies ya no
horadan la tierra.
VII
Sus ojos contemplan.
VIII
Sangre humana brilla
intensamente,
no pasa la luz
y el padre en su casa
llora en vano.
Los tiempos se
vuelven contra todos.
IX
Sin talento para la
vida,
tratados como seres
deformes.
Nervioso silencio nos
invade
en esta dividida
existencia.
El pecho nos ocupan
dolores y suspiros.
La humanidad
enloquece.
X
Y el final como
siempre
es un obligado sueño.
Me ha gustado muchísimo. Un placer de lectura. Un saludo !!!
ResponderEliminarAgradecido por tus palabras Mikel. Saludos.
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